"En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios, todo se hizo por ella y sin ella nada se hizo"Jn 1,1-3b

lunes, 26 de agosto de 2013

Familiaris Consortio Parte IV

La última parte del documento está dirigido al tema de la “Pastoral Familiar”, sin que esta se entienda únicamente como la acción de un grupo que atiende la familia, sino que se le da un alcance mayor que va no solo a la atención de los casados sino a cualquier grupo o situación específica de pareja que requiera el apoyo de la Iglesia (familias en situaciones difíciles o irregulares).

Uno de los grandes temas de esta parte del documento es el de la preparación. Por la costumbre ha sido simple el considerar que la preparación al matrimonio es la “Catequesis Matrimonial”, sin embargo desde la promulgación de esta encíclica el camino de la Iglesia en la preparación al matrimonio se volvió más integral y abarca variadas etapas de la vida de la persona de forma que sea «un proceso gradual y continuo».

La propuesta de Juan Pablo II, es la siguiente:

Å      La preparación remota: Esta etapa delega la responsabilidad en los padres que han de ir formando a los niños un criterio de familia bajo los sanos principios que a esta rigen, favoreciendo en el niño el «descubrirse a sí mismos como seres dotados de una rica y compleja psicología y de una personalidad particular con sus fuerzas y debilidades».
 

Å      La preparación próxima: Es la que se orienta a los jóvenes, y acá la familia sigue teniendo una gran responsabilidad, pero la participación de la Iglesia ha de incrementarse a través de un catecumenado (preparación no grupo) que ayude al joven en la comprensión y profundidad del sacramento. En esta etapa entran los grupos de Pastoral de Novios, tan pocos y escasos, lamentablemente.
 

Å      La preparación inmediata: Esta si es la conocida “Catequesis Matrimonial” que debe atender en la profundización de la decisión tomada por los novios y llevarles hacia una claridad de conciencia y doctrinal ante los que están por celebrar.

Nótese brevemente, que el tema, con seriedad abordado no debería ser un tema de meses, sino un continuo que inician Padre y Madre y heredan, lo asiste la Iglesia y lo deciden los novios. Cada uno de ellos requeriría un análisis particular ante la situación actual.

Posterior a la exposición de la preparación al sacramento el documento atenderá la “Celebración del Sacramento”, este apartado da algunas claves litúrgica de la celebración, a la vez que presenta el tema de la celebración entre los bautizados no creyentes.

Inmediatamente se ha referido a la “Celebración del Sacramento” viene la exposición de la “Pastoral Postmatrimonial”, sus objetivos y alcances. Esta pastoral tiene una conexión particular con la “Pastoral de Novios”, que quienes se encarguen de esta han de atender oportunamente.  Dentro de esta Pastoral Postmatrimonial si se considera la Pastoral Familiar como grupo de la acción parroquial que atienda con solicitud a las parejas y las familias.

Un tema particular de la Pastoral Familiar es la atención de las “parejas en situación especial o irregular”, para ello el documento dedica una reflexión al tema de: familias emigrantes, matrimonios mixtos (entre católico y no católico), Matrimonio “a prueba”, uniones libres, matrimonio civil, separados y divorciados, privados de familia. Este particular de lectura obligada para tener mayor criterio de la posición de la Iglesia ante estas situaciones.

Vendrá luego la conclusión del Papa de la cual comparto el siguiente texto,

A vosotros esposos, a vosotros padres y madres de familia.

A vosotros, jóvenes, que sois el futuro y la esperanza de la Iglesia y del mundo, y seréis los responsables de la familia en el tercer milenio que se acerca.

A vosotros, venerables y queridos hermanos en el Episcopado y en el sacerdocio, queridos hijos religiosos y religiosas, almas consagradas al Señor, que testimoniáis a los esposos la realidad última del amor de Dios.

A vosotros, hombres de sentimientos rectos, que por diversas motivaciones os preocupáis por el futuro de la familia, se dirige con anhelante solicitud mi pensamiento al final de esta Exhortación Apostólica.

¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia!
 

Llegado a su fin el mes de la Familia, no he querido más que hacer una somera presentación de un documento fundamental en la Teología de la Familia y en la Pastoral Familiar de la Iglesia Católica. No ha sido más que un minúsculo aporte a la acción por la Familia esperando que aquellos que así lo deseen puedan ir al texto y descubrirlo en toda su extensión.

Un mes muy silencioso, en donde se le ha dado prioridad a otros eventos de grupos o personas de nombre que van y vienen, pero la reflexión sobre la familia ha sido muy limitada, incluso en aquellos que por vocación pastoral tienen la responsabilidad primera. Es más, fenómeno curioso, han sido las semanas de menor lectura en el blog, acepto la culpa de lo aburrido que el texto sea, pero no la de fondo, esa viene de otro lado.

Sin embargo, a la distancia y en ese silencio, está también la actividad de valientes que no se olvidan del compromiso, que saben poner las prioridades y por ello trabajan, hay entonces que reconocer también esa pequeña parte, que atiende con prontitud y responsabilidad el tema.

Un saludo particular a mis amigos que trabajan en la Pastoral Familiar y de quienes conozco su esfuerzo y entrega, y sobre todo a quienes con valentía y disposición cristiana enfrentan su vida de familia, Dios siga siendo luz entre ustedes. ¡Felicidades Familias!

Paz y Bién.

JAVC

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