"En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios, todo se hizo por ella y sin ella nada se hizo"Jn 1,1-3b

domingo, 5 de enero de 2014

¿Y esos reyes quiénes son?

La fiesta de la “Epifanía” (manifestación) del Señor, evoca indudablemente el momento en que se reconoce que el niño del pesebre viene para todos y así se ha entendido en la figura de los magos de oriente.

Mateo es el responsable de hacernos llegar el texto y este pequeño detalle ya influye en lo que se nos está tratando de decir. El evangelio de Mateo es un texto escrito con un destinatario muy claro: judeo-cristianos, es decir judíos que se habían convertido al cristianismo y que por tanto conocen bien los Textos Sagrados (Antiguo Testamento, para nosotros).
Como este destinatario conoce bien los Textos Sagrados el autor va a echar mano a un recurso literario muy común entre los judíos que se llama: midrash. Esta técnica literaria consiste en tomar conceptos de otros textos para justificar una idea que se desea exponer, en el caso de Mateo 2, 1-12 la mayoría de autores coinciden en que la principal intención de Mateo es mostrarle a sus lectores como “Jesús el Mesías fue rechazado por los judíos pero aceptado por los gentiles”[1], recordemos que el Ev. de Mateo es escrito hacia los años 80 y 90 así que ya ha pasado mucho tiempo de catequesis oral, por tanto el texto no se preocupa por decir como fue el nacimiento sino lo que significó ese nacimiento.

Así de primera entrada podemos decir que el texto de Mt 2,1-12 es un midrash, es decir un texto diseñado para fortalecer una idea que como vimos en este caso es la del rechazo de Jesús por parte de los judíos, para elaborar este midrash Mateo hecho mano de varios Textos Sagrados: de Nm 22-24 probablemente se halla inspirado para el tema de la estrella (sin que sea la única posibilidad), de Is 2,2-3;45,14;60,1-6 la gloria del nacimiento y las ofrendas presentadas a Jesús, del Sal 72,11 el tema de que los magos se postran ante Jesús, y cita al profeta Miqueas 5,1-3 haciendo algunos ajustes inspirado en I Cro 11,2.
Por eso, los que han escuchado las lecturas de hoy recordarán que la primera es Is 60,1-6 y el Sal 72 (una parte) porque precisamente son las que usa Mateo para hacer su midrash, así que calzan perfectamente en el tema central.

Como todo midrash posee una gran cantidad de simbología pues esa es parte de la idea al unificar los textos, tratar de darles un nuevo sentido revestido de imágenes que le apoyen.
Antes de ver la estructura del texto, es importante notar que Mateo nos ubica espacialmente, nos dice que el nacimiento es en Belén de Judea, la idea de enfatizar que es Judea tiene tres razones:

a.       Que no se confunda con Belén de la tribu de Zabulón (cf. Jos 19,15).

b.      Qué es la tierra de David y el Mesías habría de nacer en la misma tierra que el gran Rey (cf. I Sm 20,6).

c.       La que el mismo Mateo citará del profeta Miqueas que de Belén nacería el liberador de Israel.

Ahora sí, el texto está estructurado en cuatro partes:

        i.            Los magos (vv 1b,2):  Mateo solo habla de unos magos, no dice si son tres, cuatro o quince, serán las tradiciones posteriores las que le den el número en mucho influenciados por un manuscrito itálico que habla de los famosos tres personajes: Melchor, Gaspar y Baltasar, pero ha de decirse que es un manuscrito no inspirado sino popular, así que no tiene valor en cuanto al texto del Evangelio.

Mateo tampoco dice que sean Reyes, esa tradición nació porque el texto del Sal 72,10 que vimos el evangelista usa para construir el midrash dice “… todos los reyes se postrarán ante él”, así que no sabemos si eran reyes o no, el título se los dio la tradición popular.

 Al usar la palabra magoj (magos) en griego Mateo no está pensando en brujos o adivinos o artistas de la “magia” como nosotros lo entendemos hoy, el concepto es diferente y en términos generales se refiere a: sacerdotes persas, que para los judíos serían paganos y esto tiene un gran significado si recordamos que la intención de Mateo es enseñar como Jesús fue rechazado por judíos pero aceptado por “paganos”. Persa, Babilonia están hacia el Oriente de Jerusalén, por eso Mateo afirma son “magos de Oriente”.

Estos magos dice Mateo reconocen que ha nacido un Rey y lo buscan, como ya se dijo el midrash puede estar hechando mano del texto de Nm 22-24 y otros textos como Nm 9,15-23, para justificar la estrella o bien puede pertenecer a la costumbre de oriente de que cada vez que nacía una nueva estrella era porque nacía un rey; otra posibilidad, muy remota es la de algún fenómeno natural que justificase el hecho [2], lo cierto es que Mateo deja claro que para los paganos “ha nacido un rey” y quieren adorarlo.

      ii.            Herodes y Jerusalén (vv. 3-6): Ahora viene la contraparte de los “magos”, el poder político y religioso de los judíos que no reconocerán a Jesús. Herodes convoca a los que conocen las Escrituras: sacerdotes y escribas y estos le confirman que efectivamente en Belén nacerá un Rey y para ello Mateo juega con Miqueas y Crónicas para formar la profecía de su versículo 6. Los judíos sabían que en Belén nacería el Mesías, pero aun así no creyeron, subraya en su midrash Mateo.

    iii.            Herodes y los Magos (vv.7-8): La vida de Herodes fue complicada, en general fue un hombre inseguro de sí mismo, lleno de dudas y sospechas, por eso Mateo coloca la escena de Herodes interrogando a los Magos, Herodes tiene miedo de ese “rey”, sospecha de que algo se está tramando, por ello se sobresaltó en el v. 3 y por ello pide a los “magos” volver con noticias de él. Nótese que si el texto fuese totalmente histórico Herodes podría haber enviado a quien él quisiera a averiguarlo, sus sacerdotes inclusive, pero no, estamos en un midrash y eso no cabía dentro de la estructura, aquí era importante ver las posiciones antagónicas entre los magos y los judíos.

 
    iv.            Los magos, nuevamente (vv.9-11): Ni siquiera la corta distancia entre Jerusalén y Belén (8 Kms) hizo que Herodes fuese o enviase sus delegados, sin embargo los paganos siguen su ideal (estrella) no van a claudicar hasta llegar al lugar de la manifestación (epifanía). Dato interesante es la frase “se llenan de alegría”; Mateo sigue afirmando como los pueblos paganos se alegran al conocer a Jesús, encuentran su alegría.

El encuentro con Jesús es simple, sencillo, sobrio, no necesita de más; Mateo afirma la maternidad de María (al respecto del tema de la semana anterior); los magos se postran, a lo largo de la Biblia solo ante un Rey se ha de postrar alguien, la intención de Mateo es clara. Los regalos son productos y regalos propios de Oriente (cf. I Re 10,2.10; Is 60,6; Sal 72,10-11.15 que forman parte del midrash), la Tradición de la Iglesia le ha dado un valor especial a los regalos, pero esto es muy posterior: oro la realeza de Jesús y su distintivo de Rey; incienso la divinidad de Jesús y su ser Sacerdote y mirra el símbolo de su sepultura y de su ser Profeta.

Finalmente los magos se van por otro camino porque en “sueños” así les fue dicho. El “sueño” en la Biblia significa “la voluntad de Dios”, Mateo no está interesado en alargar su historia, ya dejo claro lo que quería, Jesús fue ignorado por los judíos y aceptado por paganos, ahora solo los deja ir, nada dice de Herodes ni porque no manda a buscar a los magos, ya eso no es importante para Mateo, de Herodes se encargará con otro midrash el de la matanza de los niños inocentes.

Así las cosas, como vemos estamos ante el genio literario del autor quien logra unificar una serie de textos del Antiguo Testamento para dar vida a una idea fundamental de su catequesis, pero sobre todo para reafirmar a sus lectores que Jesús nació, estuvo entre nosotros y desde su nacimiento es Dios, Rey de Reyes, que en último término es lo realmente importante, Dios se hizo hombre y habitó entre nosotros, el Salvador ha nacido, grita Mateo en su midrash y es hora de que lo comprendamos y no seamos como Herodes y los suyos. Poca importancia tiene el que no hayan existido magos, o estrella, eso es secundario y no altera en nada la fe, lo realmente importante la verdad que se esconde es la de nuestra Salvación en ese niño que ha nacido y se ha manifestado (epifanía) para todos nosotros.

Por ello Pablo en la segunda lectura es tan claro con los Efesios que los gentiles sois coherederos, miembros del mismo Cuerpo y partícipes de la misma Promesa en Cristo Jesús por medio del Evangelio” (Ef 3,6), los efesios son gentiles (paganos convertidos) y a ellos también les alcanza la Salvación, porque Jesús no vino solo para unos sino para todos, que es otro gran significado de la Fiesta de la Epifanía, la Salvación es para todos.

La Epifanía evoca ese primer momento cuando ante nuestros ojos fue visible la salvación tal y  como en Lucas recita el anciano Simeón “… porque mis ojos han visto tu salvación” (Lc 2,30), es ese momento maravilloso donde Dios se hace visible al hombre, cuando las miradas de ambos Creador y Creatura se cruzan por primera vez y como los magos solo es posible para la creatura postrarse ante Él. Para encontrarle “el sazón” a la epifanía tenemos que quitarle tanta pompa e imagen y quedarnos con lo importante, ese encuentro personal con Dios que ha venido a nuestro encuentro para salvarnos a todos, sin diferencia alguna, a todos.

Paz y Bien
JAVC

No hay comentarios.:

Publicar un comentario