"En el principio existía la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio junto a Dios, todo se hizo por ella y sin ella nada se hizo"Jn 1,1-3b

lunes, 24 de junio de 2013

Tomar la cruz, ¿qué significa en el discurso de Jesús?




El texto de Lc 9,23 es sumamente interesante en el discurso de Jesús. Las posibilidades de que la frase “… tome su cruz cada día…” sea ipssisima verba  (palabras tal cual fueron dichas por Jesús) a mi criterio no parecen ser tan claras, sobre todo por la connotación sacrificial que se le da a la palabra stauro.n (estauron – cruz, en griego) que parece requiere de la interpretación a la luz de los acontecimientos de la pasión para poder darle ese significado de entrega. Solo en 5 ocasiones de las más de 20 que la palabra se usa en el Nuevo Testamento no tiene una relación directa a la cruz de Cristo.

 

Pero independientemente de lo anterior, sea o no ipssisima verba, el dato Revelado nos muestra que Jesús hizo referencia al tema de la cruz, quizás no como fue interpretado a la luz del acontecimiento pascual, sino dentro del contexto histórico en el que Él se encontraba.

 

stauro.n tiene una acepción muy interesante, puede entenderse como “sufrimiento hasta la muerte”, mucho ligada a lo que representaba la crucifixión en mano de los romanos, que era un acto que de inicio a fin implicaba sufrir. Jesús como cualquier otro judío de la época conocía esa realidad y se valdría (como en tantos casos) de ella para dejar su mensaje.

 

Pero releer este texto como que Jesús nos llama al sufrimiento sería una antítesis de su mensaje de Salvación, no haría sentido. Más bien el análisis del texto parece indicar que “la cruz” en la que piensa Jesús son las dificultades que de inicio a fin lleva el seguimiento cristiano y no como la piedad ha marcado, una vida de sufrimiento como si esa cruz fuese una carga por nuestras culpas. Los versículos 22 y 24 reafirmarían lo dicho. El seguidor de Cristo “sufre” en tanto seguir a Cristo es no ir en el mismo sentido que muchos van. Y esto da pie para poder interpretar la palabra “negarse a si mismo” que está antes en el versículo y que no refiere a una renuncia de lo que se es (esto sería anti-cristiano) sino a un descubrimiento de lo que realmente se es de cara a las propuestas ideológicas que puedan llegar a nuestra vida.

 

Cuando el cristiano “se niega a sí mismo” es porque da prioridad en su vida al mensaje de Cristo sobre cualquier otro y entonces una vez que eso sucede una “cruz” es decir una serie de dificultades se le han de ir presentando cada día por el hecho natural de ir “contra vía” según la visión de muchos. La cruz que Jesús menciona no es de tristeza, no es un peso que se lleva en el hombro y con lágrimas, la cruz de Cristo es ciertamente enfrentar las dificultades e incluso nuestras fallas, pero con la alegría de saber y vivir la salvación que ya hemos recibido; ya la cruz de nuestros pecados fue llevada por Él, no nos toca a nosotros, a nosotros nos cae la responsabilidad de enfrentar el día a día desde la Salvación y sus inherentes obligaciones y no desde la condenación, de esta forma como dice el texto habremos de perder nuestra vida por Él que no es otra cosa que realmente vivir.

 
 

1 comentario:

  1. Cristo nos invita a seguirle no a la ligera. Sino tomando en cuenta la realidad que nos rodea: las circunstancias, nuestras obligaciones. El seguir a Cristo no es evadir la realidad, sino asumir esa realidad con la determinación de que sea penetrada por sus enseñanzas y transformada por medio de la luz y la verdad. Tomar la cruz con determinación, coraje, valentía, cualidades del apóstol, del que verdaderamente sigue al Maestro.

    ResponderBorrar