Eran cerca de las 7 de la noche
del miércoles, la vida me permitió conocer a Don Porfirio el guarda de un
hotel. Don Porfirio tiene 42 años, casado y con tres hijos, uno de ellos con
una enfermedad progresiva que inevitablemente le llevará a la muerte. Según sus
propias palabras viven en una casita alquilada de 10 x 10, es lo que alcanza
para pagar y durante su jornada de trabajo quizás come algo de arroz y
frijoles, pues la comida la deja en casa para su esposa e hijos.
Ha hecho de todo lo honorable
posible para sostener su familia, peón, recoge basura, soldador, pintor y otras
muchas, hoy es guarda nocturno y al salir de su jornada a eso de las 6 de la
mañana en lugar de dirigirse a su casa va a su otro trabajo como lavador de
carros, después regresa a casa descansa un poco y sigue su vida.
En el devenir de la conversación
(la cual me apuré a escribir luego en una hoja para no olvidar al menos sus
ideas) Don Porfirio me comentó ser un creyente profundo en Dios, pero rápido
advirtió a decir: y nada más; casi que previendo que yo le preguntara sobre
alguna religión específica, sin embargo al oírlo hablar se escuchaban retazos
de catolicismo, me decía: Hay noches donde lloro profundamente de impotencia,
pero mi mente recuerda las peripecias de José cuidando a María y a Jesús y siento
como que todo pasará y que lo que hoy vale la pena; y así se dejó decir unos
cuantos.
Como el más impertinente no me
pude callar y le dije: ¡Pero Dn Porfirio usted es más católico que yo!, ah
inocencia la mía; sus ojos me miraron con una profundidad simplemente inexplicable
y después de unos segundos y de poner una de sus manos en mi hombro, con toda
la humildad que su apariencia podía expresar me dijo: ¿Quién es Católico?, a su
pregunta se me ocurrieron cualquier cantidad de razonamientos, pero en el fondo
sabía que nada serviría, a partir de aquí Dn Porfirio tomo control de la
conversación, y palabras más o menos me dijo:
“¿Llamas católico a aquel que va
a misa?, porque yo lo hacía, e iba a misa, y durante años pase esperando un
hombro en cual llorar en medio de mis temores, pero solo encontré un montón de
gente que repetía oraciones y señores muy finos que sacaban mucho dinero para
la ofrenda mientras mi estómago pedía una pieza de panito (pan), o ¿llamas
católico a aquellos que rezan muchos rosarios? Porque yo fui a muchos donde mi
esperanza se alimentaba vagamente mientras unos que hoy no sé dónde están pedían
por mí, pero la cosa estuvo igual”
A este punto iba recordando las
palabras del Obispo Giraldi “¿Cómo se le habla del amor de Dios a un hombre con
el estómago vacío?”, Dn Porfirio siguió su homilía:
“Nunca he visto a los católicos
más cerca de ser católicos que durante la cuaresma, nos visitan en casa, nos
comparte de su comida, que viene de su ayuno, se llenan de una caridad
impresionante y nos sonríen, se preocupan por nosotros, dicen que misionan y
que evangelizan, cuando vivo eso me digo, que lástima que no es cuaresma todo
el año, porque entonces Sr. Andrés aún sería católico, pero no eso no pasa,
después pasa todo y será hasta el próximo año”
Para este momento ya las palabras
de Francisco se hacían gigantescas: “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y
manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y
la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”
En medio de su humildad Dn
Porfirio terminó: “Perdone sr Andrés si lo ofendo, pero no entiendo como
aquello que Jesús enseñó solo se vive una vez al año y el resto del tiempo se
reduce a una misa o una reunión, u oraciones que poco pan dan y poco consuelo
llevan No tengo nada contra ninguna religión, pero para rezar no necesito estar
en una, de estarlo es porque en ella encontraría hermanos y hasta ahora no ha pasado”
por eso Sr. Andrés le pregunto ¿Quién es católico?
Para este momento toda palabra
que cualquiera hubiese pronunciado era innecesaria, Dn. Porfirio me había dado
la homilía de la Vigilia Pascual por adelantado.
Yo sé que no es lo mismo escribir
esto que escucharlo de la fuente y quizás usted ya este analizando a Dn
Porfirio y encontrándole “la conva al palo”, pero lo cierto es que lo dijo y al
menos yo sí me sentí interpelado.
En un momento en que Francisco
grita desde Roma aun en contra de muchos de su mismo “equipo”, que debe ser una
“Iglesia pobre para los pobres” es inconcebible como podemos seguir siendo tan
ciegos al mensaje del Evangelio. Que cómodos que estamos en las posiciones
imperiales y medievales que todavía mojan la vida de iglesia (minúscula
intencional), que miedo que se tiene de dejar la zona de confort donde la
jerarquía se pinta de poder sobre el otro por una simple aberración a la
lectura de los evangelios, en mucho acomodada a los intereses propios; que
egoísmo se cierne sobre nosotros que no “tenemos tiempo” para el otro creyéndonos
la idea que debemos ir construyendo nuestra felicidad a punta de sacrificar la
fraternidad; que lindo ser el que habla en cuatro paredes y hacer amigos allí,
que cómodos nos ponemos; ¡que fariseos que nos hemos vuelto! ¿Qué diría
Jesús?...
Razón lleva Dn Porfirio de
advertir católicos de cuaresma, que fácil dar durante 40 días, pero una sana
catequesis, nos debería enseñar que la conversión es una actitud permanente y
que debe alimentarse día a día, y solo es posible en el otro y por el otro,
dando todo lo que somos a los otros.
Sin caridad, la misma Liturgia
que ocupa el centro de la acción de la Iglesia, pierde todo el sentido; si la
Liturgia en todas sus manifestaciones no se alimenta del y alimenta al amor, es
un simple rito vacío; ¿para que la ceniza en la frente si no se entiende que el
mensaje de conversión es primero un llamado a amar como Jesús ama?
Aún le quedan un par de semanas a
esta Cuaresma como tiempo litúrgico, pero que hermoso sería que no se acabara
nunca en las acciones para con los otros, en todo caso ¿Cómo vivir la
Resurrección sin fraternidad?
Quizás nunca más vuelva a hablar
con Dn Porfirio, quizás él nunca podrá dejar la carga de su pobreza extrema,
pero ese hombre me ha recordado que Dios está más allá de una doctrina o una
teología. Gracias Dn Porfirio por su sabiduría!!! Un abrazo a la distancia y mi
dependencia y de todos los que esto leemos de su oración, tal como se lo pedí.
¡Gracias!
JAVC
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